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El funcionamiento de internet a simple vista puede parecer complejo, sin embargo, todas las webs siguen una pauta de estructura muy sencilla: petición y respuesta. El usuario realiza una petición a través de una web y el servidor envía una respuesta por la red, así de simple. A este tipo de arquitectura se le conoce como modelo cliente servidor. El cliente, en este caso, es el usuario y el servidor es una computadora que almacena información para enviársela al cliente.
Puede parecer una explicación compleja, pero nada más lejos de la realidad. Cualquier host, como hostingplus, se basa en la arquitectura cliente-servidor, y es recomendable conocerla si quieres montar una web. Para profundizar más sobre qué es el modelo cliente servidor os vamos a explicar qué funciones realizan cada parte de esta estructura de manera sencilla y sin profundizar en detalles técnicos.
Primero vamos a empezar explicando qué es un servidor y cuál es su función. El servidor, que puede ser tanto una sola máquina como cientos de ellas conectadas entre sí, es la parte que recibe las solicitudes del cliente. Por ejemplo, cuando cargamos una página web, apretamos un botón o rellenamos un formulario enviamos una petición al servidor.
Esta computadora se encarga de traducir esa petición, localizar la información solicitada y enviarla de vuelta al cliente. La información, generalmente, se almacena en bases de datos, a la cual se realizan consultas para localizar la información solicitada. Por lo tanto, debido a todas estas características, los servidores deben permanecer en estado de suspensión o encendidos para servir cualquier petición en cualquier momento. Además, deben contar con un buen sistema de almacenamiento y conexión.
A la hora de contratar un hosting, es esencial saber las especificaciones del servidor, como su almacenamiento, base de datos, la versión de PHP, certificados SSL y las opciones de webmail y correos electrónicos.
El cliente es el inicio en este proceso de intercambio de información. Es quien realiza la acción que se manda al servidor para que este sirva una respuesta. La respuesta puede ser tanto en formato de texto como multimedia. De este modo, las opciones de salida pueden ser a través de la pantalla del monitor, por la impresora, altavoces o cualquier dispositivo.
En ocasiones, el servidor puede responder con otro tipo de mensajes debido a que no logró encontrar lo que el cliente buscaba. En estos casos, los servidores recurren a unos mensajes predefinidos para informar de dónde procede el error; seguro que te suenan los mensajes 40X, correspondientes a errores de servidor, como el “error 404: servidor no encontrado”.
Toda la información pasa a través de la red mediante los llamados protocolos. Los protocolos son reglas para transferir la información de manera adecuada y es la forma de comunicación entre entidades informáticas. Toda la información pasa a través de unos protocolos específicos. De esta manera, se establece una red cliente servidor para transferencias de peticiones y datos. Por ejemplo, el protocolo “http” envía datos en hipertexto, pero el protocolo “https” los envía forma segura y cifrada.
El modelo cliente servidor es bastante más complejo; no obstante, esta es una forma de simplificar la actuación de una web frente a peticiones del usuario y la labor del hosting de un servidor enviando las respuestas. La arquitectura cliente-servidor tiene numerosas ventajas como la de proporcionar una interfaz o la de servir de entorno laboral en diferentes áreas del mercado.